“LOS HILOS DEL CORAZÓN”
Lazos invisibles
que despiertan el valor de luchar por
el amor
Como se puede decir
que me duele el corazón por
quererte.
Cuando tan solo es
un órgano que nos da la
vida.
Los poetas desde el
principio de los tiempos
escribieron al amor
De corazones rotos
o desgarrados por los
avatares de ese
sentimiento que nos
nubla la razón.
Hilos del corazón
que nos maneja como
marionetas cuando
se abre el telón.
A un publico que se
desvela en busca
de la razón.
Cosas que son de la
mente y nunca
del corazón.
Escrito por el Profeta y Publicado por “Alas Rotas”
Ramón de la Calle E.
Nota: El autor se reserva los derechos de la publicación de la obra estando
registrada en el Ministerio de Cultura en el departamento de la Subdirección
General de la Propiedad Intelectual Española y la (OMPI)
5 comentarios:
todo se nos desarma, cuando el amor entra,y nos llena los ojos, el corazon, el cuerpo entero de el,
y que no nos falte nunca,
que el amor por la vida, hombre o mujer, estodo,
miles de besossss
El corazón no es sólo un músculo u órgano,Ramón.
Es lo que nos mantiene con vida y ella es la que nos lleva por los caminos del sentimiento.
¿Como no cantar o poetizar a algo tan poderoso como bonito?
Sí...y también tan duro a veces,¡qué le vamos a hacer!
Son las dos caras de la moneda.
Besos.
Si el Amor toca los hijos de ese corazón, lo expande y contrae en cada pulsación, pulsando al unísono con el Universo.
El problema está en que a veces nos enganchamos con alguien, cegándonos, aún cuando no es para nosotros y creemos que eso es amor.
Un abrazo y feliz verano
El verdadero amor nunca anida en la mente, sus hilos son como bien dices invisibles y crean la más majestuosa obra de arte, esa que dibuja la esperanza en el corazón.
El amor está en todo lo que nos rodea, está en ti, en mi, en el universo entero, el amor de pareja, está precisamente en la complicidad de las almas hacia la luz, no es un amor carnal, es un amor que va mucho más allá, como la verdadera AMISTA, sin fronteras ni distancias.
Abrazos muchos, amigo mío.
El corazón tiene sus razones, dicen.
Saludos.
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