Leyenda del
Arriero
Vivía en Toro
una hermosa joven, llamada Manolita Zapata, de
noble y prestigiosa familia. Era Manolita la pequeña de cuatro hermanas;
sus tres hermanas mayores eran monjas en el convento de Sancti Spiritus de
Toro. Manolita, que no pensaba seguir
el camino de sus hermanas mayores, se enamoró de un
joven, don Jerónimo de Tordesillas, conde de Alcolea, con el que contrajo
matrimonio y con quien se fue a vivir a un palacio que los padres de
su novio le habían regalado en Benavente.
Tras un tiempo de feliz
matrimonio, los celos cambiaron el carácter de don Jerónimo, que prohibió
a su esposa cualquier relación con toda persona, salvo una fiel y antigua
criada. Un día observó el celoso marido cómo un paje entregaba a
Manolita una cinta para el pelo, regalo de una prima suya.
Pensando que era el regalo de un
admirador y sin pararse a reflexionar, don Jerónimo atravesó a su esposa
con la espada. Con el convencimiento de que la había matado,
huyó rápidamente para escapar de la justicia.
Sin embargo, Manolita, aunque
con grandes dificultades, logró recuperarse y salvar su vida. Abandonó el
palacio de Benavente y se fue a vivir de nuevo con sus padres a Toro.
Allí se recuperó completamente y, tras lograr la anulación de
su matrimonio, vivió unos tiempos de paz y
tranquilidad. Finalmente, tomó la decisión de ingresar en el
convento en el que también habían profesado sus hermanas.
Al cabo del tiempo, el marido,
arrepentido, pretendió recuperar el amor de su esposa, pero ésta no hizo
el menor aprecio a los deseos del que había sido su esposo.
Don Jerónimo,
despechado, tramó una venganza y pretendió
matar a su esposa accediendo al
convento disfrazado de buhonero. Cuando todas
las monjas contemplaban los objetos que el falso buhonero
exhibía, don Jerónimo intentó asesinar a Manolita, ahora sor María de
Jesús, pero ésta en ese preciso momento se agachó para recoger una estampa
y el puñal se clavó en la puerta que estaba detrás de ella y que todavía se
conserva con el agujero que hiciera el malvado don Jerónimo, que fue
detenido y entregado a la justicia.
EL PROFETA
RAMÓN DE LA CALLE. E
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