domingo, 31 de julio de 2011

“LA SEÑORA ABUNDIA Y EL RIO DUERO”






“LA SEÑORA ABUNDIA Y EL RIO DUERO”






La primera vez que conocí a esta señora, fue cuando me fui a vivir a la plaza de la Horta, viéndola pasar toda enlutada, como enlutada llevaba la cabeza con un pañuelo negro ya descolorido, por tantos paseos de su casa al rio, como del rio a su casa o parándose con las vecinas a echar un parlado. Otras veces la veía que llevaba encima de su cabeza su pañuelo negro descolorido y un baño de cinc lleno de ropa sucia que tenía que lavar.


A esta señora no le importaban las estaciones!! “Las primaveras” Locas que lo mismo venían días fríos como calurosos. “Los veranos” Tórridos donde no se veían ni los pájaros salvo de madrugada o cuando la fuerza del sol era más soportable.“Ni el otoño” ya con sus días más cortos anunciando el cercano invierno, con sus días fríos y sus heladas persistentes en el invierno Zamorano.


¡Y vaya inviernos! Esta mujer a la climatología no la acobardaba, yo la veía con mucha frecuencia pasar por la puerta de mi casa, con su baño de cinc en la cabeza o en jarras acompañada de alguna de sus hijas hasta el rio para lavar la ropa de sus clientes. Y cuya profesión era lavandera, digámoslo así!! Con la cual tenía que sacar adelante a una familia.


Estoy seguro que llevaba su profesión con mucho orgullo y desenfado yo la observaba muy alegre y dicharachera a pesar de que su trabajo era muy duro y no digamos la climatología, sobre todo en los inviernos con sus heladas persistentes, donde las orillas del rio llegaban a helarse. Yo la vi romper el hielo de las orillas para lavar y así día tras día saco adelante su casa.


En el invierno cuando te parabas con ella, la veía con la cara colorada de los fríos al igual que las manos pero en su conversación no le notabas enfado, ni lamentaciones, ella tenía que sacar adelante a sus cinco hijas y valla que las saco dándoles una buena educación y ejemplo de vida para su fututo.


Y “valla que lo consiguió” El rio era su lavandería y su empresa y sus utensilios, la tabla, la banquilla, el lavadero, el jabón y el azulete.


En este escrito quiero tener un recuerdo a la señora Abundia, que quedo en el anonimato, pero no en su barrio.


¡De simples trabajos salen personas formidables!









Escrito por: Pedro Péres López.
D.N.I 11494240-J










NOTA: Este escrito es un homenaje a una mujer trabajadora que comenzó su empresa en el duro rio Duero en el 1952. Luchadora y valiente y pionera de toda la mujer trabajadora de hoy día, esta mujer era mi abuela.